Superando dos veces el récord de España, Ana Peleteiro, se colgó la medalla de bronce de triple salto y se convirtió en la tercera atleta española de la historia con una medalla olímpica.
La gallega tuvo que mejorar 14 centímetros la plusmarca nacional para un éxito trabajado desde que en 2012 fue campeona del mundo junior.
Para rematarla jornada, en el último salto su adorada Yulimar Rojas batió el récord mundial 15,67, que tenía la ucraniana Kravets desde 1995 .
La final salió a pedir de la gallega. Para cuando Ana se quitó el chándal, el oro ya estaba entregado y la plata inalcanzable para ella.
Su íntima Yulimar Rojas, la venezolana con la que se entrena en Guadalajara adoctrinadas ambas por el gran Iván Pedroso, había saltado 15,41 en el primer salto, récord olímpico, una distancia prohibida para las demás competidoras.
Yuli sacó 66 centímetros a la plata, la mayor diferencia de la historia.
Su tercer salto nulo rozó los 16 metros.
Detrás la portuguesa Patricia Mamona, una feroz competidora había mejorado en 26 centímetros el récord nacional que había fijado cinco años atrás en Río , cuando sólo pudo ser sexta.
La portuguesa de Sao Jorge de Arrios había aterrizado en 14,91.