La Comunidad se prepara para una crisis, en la que los 3 ejes principales sobre los que reconstruir el ecosistema financiero se sustentarán sobre la propia sociedad, la empresa privada y la Administración pública
La Región de Murcia no ha dejado los brazos muertos tras el estallido de la pandemia y sus terribles consecuencias sanitarias, económicas y sociales. Desde todas las instituciones públicas y privadas se están lanzando acciones para minimizar el daño que la covid-19 está haciendo a nuestra sociedad del bienestar. Las heridas son profundas, estructurales y tardarán cicatrizar, el nivel de desempleo ha vuelto a dispararse lastrado fundamentalmente por el sector turístico y hostelero, muchos pequeños comercios se han rendido y otros miran con temor un futuro incierto.
La segunda oleada del virus ha llegado antes y peor de lo previsto, y mientras esperamos como agua de mayo la llegada de una vacuna que coloque frente a nosotros el ansiado horizonte de certidumbre, la economía española sufre el mayor desplome de su historia y entra en recesión. Uno de los grandes problemas es que los sectores clave que sacaron a España y a la Región de Murcia de la última crisis económica están hoy muy tocados. El sector servicios que creó mucho crecimiento y empleo durante la recuperación, como la hostelería, el turismo, el transporte o los servicios auxiliares, han sido especialmente afectados en su cifra de negocios.
Ante un desafío así, una de las mejores noticias que recibimos los murcianos fue la unidad de reacción de la sociedad murciana en la presentación de la Estrategia para la reactivación económica y social de la Región ReActiva2020, un plan que ha sido enriquecido con las aportaciones de casi todos los partidos políticos, organizaciones empresariales, sindicatos, y tejido asociativo hasta sumar 164 entidades que propusieron cerca de un millar de propuestas. La estrategia, que incluye pactos sociales de alto alcance, recoge cerca de 300 acciones que podrán ser desarrolladas con un presupuesto que superará los 700 millones de euros, y que espera inyectar más de mil millones.
Los tres ejes estratégicos de Reactiva2020 son la sociedad, la empresa y la Administración pública, y cada uno de ellos contiene medidas fiscales, de eficiencia, financieras, presupuestarias, legislativas, de inversión, de contingencia y de comunicación. La gran meta es proteger a las personas y las familias bajo la consigna de no dejar a nadie atrás.
A nivel financiero se aportará liquidez a las empresas en áreas fundamentales como el comercio, el turismo, la artesanía (las subvenciones para los artesanos ya han sido convocadas) o la cultura. El adelanto del cobro de ayudas y facturas a las entidades del tercer sector o del pago a proveedores, o los anticipos a los ayuntamientos debido a que se han reducido sus ingresos tributarios también formarán parte de este eje para el que hay destinados 19 millones de euros.
En cuanto al ámbito fiscal, se han aplicado las deducciones y las bonificaciones fiscales en sectores clave, especialmente dañados por la crisis, y el aplazamiento de tasas e impuestos locales y autonómicos ya se ha puesto en marcha. También se han reducido las tasas para la obtención de títulos universitarios y se han mejorado las condiciones fiscales para las personas con alguna discapacidad.
Mas de 263 millones de euros se han destinado a las infraestructuras sanitarias, turísticas, a proyectos estratégicos de carácter logístico, industrial y agrícola.
En cuanto al apartado presupuestario, cobran especial relevancia el Pacto por la Ciencia, el ReActiva Concilia, la promoción turística, el análisis para la mejora de la vertebración económica o los programas para ayudar a los trabajadores afectados por un ERTE. Aquí se incluyen el incremento los recursos humanos y materiales para fomentar la FP o el impulso de la digitalización del alumnado y los centros educativos.
Para los empresarios se están lanzando actuaciones para reactivar sectores estratégicos, ayudas para los autónomos y empresas que se encuentran en dificultades y planes de avance en sostenibilidad.
El apartado social se focalizado en batallar contra el desempleo, reducir los índices de exclusión social, el fortalecimiento de la labor investigadora, el incremento de personal sanitario y la adquisición de material y equipamiento para hacer frente a la covid-19.
Eficiencia entre instituciones
Mientras todas estas áreas se desarrollan, todas las administraciones públicas de la Región se han comprometido a ganar eficiencia y esto pasa por flexibilizar el sector laboral y mejorar la relación entre instituciones y administraciones para desatascar las pugnas competenciales. Además, se acelera el proceso de la simplificación de procedimientos administrativos, una demanda insistentes por parte de la patronal, especialmente los empresarios de la construcción.
Para hacer posible los objetivos de que cada uno de los ejes estratégicos, la maquinaria legislativa no ha dejado de lanzar nuevos marcos legales que se concretan en leyes, normas y decretos como la Ley de Inversión o la Ley de Mecenazgo, el Decreto Ley para la mitigación del impacto socioeconómico del covid-19 en el área de medio ambiente, el Decreto Ley de Medidas de Dinamización y Reactivación de la economía regional, el Decreto de Casas Rurales y la autorización extraordinaria a las empresas de la Región para la confección de material sanitario o los protocolos de Desescalada, o de Inspección en el Trabajo. También se incluye aquí Ley del Mar Meno, un objetivo estratégico para ganar musculatura de atracción en los próximos años.
Por otra parte, Comisión Especial de Estudio sobre el Plan de Reactivación Económica y Social, y de Evaluación del Impacto del Coronavirus en la Región de Murcia ha acelerado en los últimos días el calendario de comparecencias. Este órgano ser clave para decidir la prioridad de las decisiones económicas que se tomen.
También se han iniciado ya los trabajos para la redacción de un nuevo Pacto Regional por la Economía Social que contará con la participación de colectivos como Fecoam, Ucomur, Ucoerm, Fecamur, Amusal o Adeimur, además de la Universidad de Murcia y la Universidad Politécnica de Cartagena. Desde Ucomur ya ha advertido que este pacto debe tener en cuenta la volatibilidad del contexto y huir de apartados fijos inalterables durante cuatro años. Uno de los objetivos de este colectivo, compartido con el resto, es la conversión de empresas mercantiles en empresas cooperativas, pero antes se requiere, en opinión de Ucomur, un plan de urgencia con medidas de choque para salvaguardar la actividad de las empresas está aguantando el envite de la pandemia.
Ayuntamientos
En cuanto al apoyo a los Ayuntamientos, son muchas las voces que han surgido y que piden que se acelere el acceso a los fondos del Plan de Obras y Servicios (POS). Esta herramienta pone este año seis millones de euros a disposición de los 41 ayuntamientos de menos de 50.000 habitantes de la Región para que puedan desarrollar obras de proximidad. Para compensar la pérdida de ingresos por el aplazamiento generalizado de impuestos locales se puso en marcha de manera simultánea una línea de anticipos de 10 millones de euros.
Por último, el apoyo económico ha incluido también el abono de 1,2 millones de euros del Fondo de Cooperación Local a los ocho ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes de la Región para garantizar su normal funcionamiento en estas circunstancias excepcionales.