Una agricultura en peligro
Los agricultores del Segura se enfrentan a una grave crisis debido a la reducción del trasvase Tajo-Segura, que es crucial para mantener el nivel de riego en las explotaciones de la región de Murcia. La disminución de este recurso hídrico no solo amenaza la producción de cultivos, sino también el empleo de miles de personas que dependen de la agricultura en esta zona.
Soluciones limitadas y costosas
Aunque se ha intensificado el uso de agua desalada para compensar la reducción del trasvase, los regantes afirman que esta solución es insostenible a largo plazo debido al elevado coste de producción. «El agua desalada es muy cara», señalan los representantes de las principales comunidades de regantes de Murcia, quienes aseguran que este tipo de agua no puede ser la única fuente para suplir la falta de agua del trasvase.
Los regantes también denuncian que este recurso, aunque puede complementar las necesidades de agua, no es suficiente para cubrir las vastas áreas de cultivo de la región. La falta de una solución adecuada está generando incertidumbre sobre el futuro de muchas explotaciones agrícolas, que podrían verse obligadas a reducir su producción o, en casos extremos, a cerrar.
Impacto en la economía regional
El impacto de esta reducción no se limita al sector agrícola, ya que la economía de Murcia depende en gran medida de la producción y exportación de frutas y hortalizas. La menor disponibilidad de agua podría provocar una disminución en la calidad y cantidad de los productos, lo que afectaría tanto al mercado local como a las exportaciones. Además, el empleo en el sector agrario está en riesgo, lo que repercutiría en las familias que dependen directamente de esta actividad.
Exigen respuestas inmediatas
Ante este panorama, los regantes han solicitado una mayor implicación de las administraciones públicas para encontrar una solución a largo plazo. Exigen medidas que garanticen un suministro de agua suficiente y a precios accesibles, ya que de lo contrario, consideran que el futuro de la agricultura en Murcia está en peligro. También han advertido que, sin una intervención adecuada, el sector agrícola podría enfrentarse a un «horizonte negro», con repercusiones no solo para los agricultores, sino para toda la economía regional.