Mientras en la plaza de Uvalde continuaban con los actos en memoria de las 2 maestras y 20 niños y niñas asesinados en la masacre producida el Martes en un instituto de la zona, los policías seguían bombardeados con preguntas sobre lo que había ocurrido.
El director regional del Departamento de Seguridad Pública estatal de Texas Víctor Escalón, declaró «nuestro trabajo es informar de los hechos y ofrecer respuestas, pero aún no las tenemos».
Frustración constante entre los ciudadanos de Uvalde
En estos últimos días, los residentes de Uvalde y las redes sociales tachan a las autoridades de haber actuado indebidamente o lenta, concretamente cuándo las autoridades confirmaron que el atacante estuvo hasta 1 hora aproximadamente atrincherado en un aula antes de que los policías abatieran a tiros al atacante.
Como se ha podido apreciar en las redes, circulan varios vídeos grabados el martes en la que los agentes son enfrentados por los familiares y padres de alumnos por, a su parecer, no estar interviniendo mientras en el interior se estaba ejecutando un tiroteo.
Tal fue el caso, que una de las madres fue arrestada por la policía, debido a que quería entrar al centro de Uvalde, algo que al final consiguió y, pudo sacar a su hija ya que, no se encontraba en el aula dónde se atrincheró el atacante.
Los agentes explicaron además que, al contrario de lo que se creía, no hubo enfrentamiento entre el atacante Salvador Ramos, y el guardia de seguridad del centro. Además, se reconoció que el cerrojo de una de las puertas principales de la escuela estaba abierto cuando el asaltante llegó al centro.
Muchos de los vecinos de Uvalde siguen sin entender porque no hubo una respuesta rápida el martes por parte de los agentes aun habiendo duplicado su presupuesto de seguridad.
«Hay que entrenar a nuestros agentes de Policía para que sean capaces de responder a algo en lugar de esperar» proclamó Daniel Myers, párroco de Uvalde, el cual acudió ayer a rezar en el centro de la ciudad dónde tenía lugar los actos en memoria de los asesinados.
Además, Daniel afirmó que el martes se encontraba frente la escuela y pudo apreciar «una situación de toma de rehenes», la cual ninguno de los agentes explicó a los familiares hasta que el gobernador Greg Abbott salió en la tele e informo del número de víctimas que se había producido.
«¿Cómo puede ser que no nos informarán antes? A las 10 de la noche aún esperaba una abuela a su ser querido», lamentó.
El párroco, que llevó comida a una familia que había perdido a dos niños en el asalto, insistió que aún no son suficientes las explicaciones de las autoridades. Además, recalcó «espero que la Policía de Uvalde haya sacado algo de todo esto, y haga cambios rápidamente».
Mientras las familias siguen esperando más respuestas e información por parte del Departamento de Policía, siguen poniendo en marcha los preparativos para los funerales de las víctimas del tiroteo.