La capital de Estados Unidos, Washington DC, se ha blindado con motivo de la investidura este miércoles del presidente electo, el demócrata Joe Biden. Las autoridades quieren evitar incidentes después de que cientos de seguidores del mandatario saliente, Donald Trump, asaltaran el Capitolio el pasado día 6, causando 5 muertos.
25.000 soldados de la Guardia Nacional armados con fusiles, más del doble de las tropas desplegadas en Afganistán, Irak y Siria, patrullan Washington y han establecido controles militares (checkpoints) en las calles cercanas al Capitolio.
El National Mall, la famosa explanada donde se concentran multitudes para asistir al traspaso de Gobierno en Estados Unidos y donde se encuentran los monumentos más emblemáticos,permanecerá cerrado y tan solo los medios de comunicación y el personal de seguridad tendrá acceso. El propio edificio del Congreso está rodeado de una valla con concertina.
También se han cerrado una docena de estaciones de metro y se ha restringido el tráfico en numerosas calles del centro de la ciudad, donde se han erigido vallas y se han colocado bloques de hormigón.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha pedido a sus conciudadanos que se queden en sus casas el miércoles y las autoridades federales, responsables de la zona monumental entre el Capitolio y la Casa Blanca, han advertido de que cualquier intento de penetrar en zonas restringidas será respondido con la fuerza.
El FBI investiga incluso a los efectivos de seguridad
Según aseguran los medios estadounidenses, el FBI investiga incluso a los propios efectivos de la Guardia Nacional y a los policías desplegados en el dispositivo de seguridad. La inteligencia estadounidense no quiere repetir los errores del 6 de enero, después de que la Fiscalía haya recopilado pruebas de que algunos de los participantes del asalto buscaban «capturar y asesinar» a representantes políticos.
El FBI advirtió en una circular enviada la semana pasada de que el asalto al Capitolio ha envalentonado a grupos de «extremistas violentos domésticos» que consideran son la mayor amenaza terrorista para el país en 2021.
«Vemos un gran volumen de conversaciones online preocupantes sobre varios eventos alrededor de la investidura (…) Estamos vigilando las protestas armadas (…) y la posibilidad de que individuos armados se acerquen a funcionarios y edificios gubernamentales«, señaló el pasado jueves el director del FBI, Christopher Wray, en una reunión con el vicepresidente saliente, Mike Pence, y otros responsables de seguridad nacional.
La Guardia Nacional protege los capitolios de todo el país
Varias convocatorias distribuidas en internet animan a simpatizantes de extrema derecha a concentrarse armados no solo en Washington, sino también frente a los capitolios (sedes legislativas) de todos los estados del país, así como frente a otro tipo de sedes administrativas.
En previsión de incidentes, el despliegue de seguridad, la Guardia Nacional protege también esos edificios de todo el país.